caracola

caracola
Para Alfonsina Storni y Mercedes sosa.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sentí esa atracción que sienten los polos opuestos, esa carga electromagnética que choca en mi cuerpo, y me impulsa a correr hacia tí para poder abrazarte. Tanta energía hay en tu voz, que con una sola palabra logras dilatar mis pupilas, esa función tuya de ser efecto placebo me sienta tan bien. Soy una esponja en tus manos, queriendo absorber de tu esencia a la hora del acto, un abrazo tuyo concentra la energía de un universo disperso. De tus besos eléctricos recorriendo todo mi cuerpo, recuerdo el "no volverás". Ahora todo da vueltas en mi mente, no hay nada estático, sólo esta sensación desagradable de no sentir más tus brazos.

A veces despierto abrazado al universo y te echo de menos, polo opuesto.



miércoles, 1 de diciembre de 2010

En el camino


Árbol, amor, persona, animal, libros, cine, fotografía, erótismo, guerra, fin.

Todas estas palabras como parte de la colectividad del pensamiento.
Aún así cada uno tiene la necesidad de asimilar, según su contexto.



viernes, 24 de septiembre de 2010

Vendedora de amores


La putilla del barrio camindaba en dos tacones de torre, una pequeña falda cubría apenas su pelvis y parte de sus largas pero delgadas piernas, sus pechos se aferraban al sostén de varilla y apenas caminaba se asomaban. Dormía solo después de venir hasta mi cuarto de hotel, dónde compraba su orgasmo fingido. Música de erotismo entre jadeo y jadeo invadía nuestro espacio, allegros inesperados llegaban con su venida. Todo por la mañana desvanecía, desayuno, trabajo, cámino y espero la noche todo el día.

martes, 6 de julio de 2010

Dónde rompen los sueños

Quién me iba a decir qué el destino era esto
Mirarte dentro de un ordenador ajena de mi
llena de mentiras absurdas piadosas, mujer
polvos extraños cubrieron tu cara.

noche en noche te sueño
lleno de ira me acuesto en el lecho
llévaste contigo el aroma del día
la noche se vuelve una infame anacronía.





viernes, 2 de julio de 2010

Dónde germina el sentimiento.

Ya no hay nada más por decir, serpientes cubrieron tus dientes.
Dame la murte, chiquita, dame la muerte, pequeña.
Sufro la condena que arrastró tu ira.
Solo hay mentiras sin razón
lo único qué queda es este desprecio convertido en nostalgia.
Lloro, respiro, leo, escribo, palpita el corazón, siento nostalgia; todo de una vez.

Te vi venir, fresca, hermosa, olorosa.
miré te partir, insulsa y llena de males.

jueves, 1 de julio de 2010

Voltea y mira.



Si la muerte me viene a buscar, dile qué lejos me fui
Hazle saber qué huyo de mi y no de ella
Al monte subí para encontrar sonidos de grillos
A la mar me tiré para descubrir la armonía
Bosques témplados de humedas tierras olí
Hazle saber qué éste es mi último aliento
Y no pienso desperdiciárlo en cosas vanales.

viernes, 11 de junio de 2010

Todos ténemos alas.


Cierto día la pequeña Sojé jugaba entre los surcos morenos del maizal, era la temporada en la qué los elotes estaban jugosos y frondosos, los tiernos granitos acariciados por el rocío de la mañana parecían sonrisas. La muñeca de trapo qué la acompañaba estaba empapada del rocío, sus colores heran hermosos y penetrantes como las alas de las maríposas, o al menos esa era la persepción qué tenía Sejé acerca de su muñeca. Don benito, qué caminaba a pasos pequeños y cortados debido a la edad, pasaba en ese instante para recolectar alguno de los jugosos elotes de su coseha- Hija qué haces aquí- preguntó a la pequeña Sojé; qué con una gran sonrisa contestó- Esperando qué mi muñeca crezca y me invite a jugar, Benito sonrío, la tomó de la mano y le dijo- Camínemos juntos a la choza.
Al llegar a la vieja y derruída casa, Benito entró y sacó unas alas grandes de mariposa qué embonaban perfecto en el pequeño cuerpo de Sojé- Estás están hechas a tu medida- argumentó él viejo Benito, Sojé estaba muy contenta. A lo lejos se escuchaba una melódica canción; eran miles de mariposas mónarca qué arribaban a los viejos árboles qué con regocijo daban la bienvenida. Sojé sé arrodilló y alzo las manos al sol en simbolo de gratitud, algunas de las mariposas rodearon su cuerpo y juntas bailaron al son de la armoniosa música qué provenía de sus alas, las ramas de los árboles se movían con la danza mística. Sojé volvió de píe y sé dió cuenta qué todo era producto de su imaginación, Benito ya se había ido a su taller qué estaba del otro lado de la choza.
Sojé Entró hasta dónde estaba su abuelo, le vió ziczaguear un par de veces con una punta de maguey y sé percató qué lo qué construía era parecido a alas de mariposa- Para qué haces eso, abuelo-Sojé preguntó con insistencia- Benito contestó muy sonriente y amable- Pequeña mía, te contaré una de las cosas qué recuerdo feliz desde niño, tal vez una de las historias más bonitas. Benito sé acercó a un viejo buró, sacó un album viejo y polvoriento qué puso en las manos de Sojé, en el había fotos de niños de la comunidad (ahora convertidos en adultos); todos tenían alas de mariposa de diversos tamaños-¿sabes por qué tiene alas de mariposa? preguntó Benito, Sojé sé quedó callada por un instante, tratando de pansar para dar una respuesta-Bien, te contaré el porqué de las alas- Benito interrumpió el silencio y pensamiento de la pequeña. Benito cogió un pequeño banco, sé sentó y comentó a la altura de Sojé- Dicen los viejos sabios- la cara de Benito se llenó de ilusión- qué... del tamaño de los sueños y la fantasía debe ser el tamaño de las alas creadas para los niños, uno mismo tiene la capacidad de saber cuán alto puede volar, sin importar distancias, inclemencias y toda clase de imprevistos. Una sola tarea me fue dada, una hermosa labor me fue asignada, soy fabrícante de alas de maríposa para niños soñadores y fantasiosos.


By Francisco Escobar