Dame la murte, chiquita, dame la muerte, pequeña.
Sufro la condena que arrastró tu ira.
Solo hay mentiras sin razón
lo único qué queda es este desprecio convertido en nostalgia.
Lloro, respiro, leo, escribo, palpita el corazón, siento nostalgia; todo de una vez.
Te vi venir, fresca, hermosa, olorosa.
miré te partir, insulsa y llena de males.
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